Iglesia Parroquial San Bartolome y San Jaime
La población de Nules fundada a inicios de la segunda mitad del siglo XIII debió de tener prontamente una iglesia donde poder ofrecer los oficios religiosos y administrar los sacramentos a los pobladores .
La antigua iglesia de Nules
La primera iglesia de Nules estuvo dedicada a Santa Maria, y sabemos que en el año 1316, para su administración y servicio contaba, al menos con un párroco y dos vicarios. Asimismo tenemos constancia de que en la mencionada iglesia, además del retablo Mayor dedicado a Santa Maria, existían dos altares dedicados a San Juan Evangelista y a San Antonio Abad, dotados con sendos beneficios.
El desarrollo económico y demográfico de la población hizo que la primitiva iglesia fuera insuficiente para a los servicios religiosos. Por otra parte durante la invasión del reino de Valencia por los castellanos la capilla del castillo de Nules, dedicada a Santa Maria y San Jaime, donde se hallaban las sepulturas de los Centelles, señores de la baronía, se había visto gravemente afectada “destructa e cremada”. Estas circunstancias debieron de condicionar la construcción de una nueva iglesia.
En el año 1414 las obras ya estaban finalizadas pues, el día 10 de diciembre del mentado año, Benedicto XIII autorizó a Bernardo de Centelles el traslado de los restos de los señores de Nules, desde la capilla del castillo hasta la nueva iglesia de Santa Maria de Nules. Al mismo tiempo autorizó el traslado de las 10 capellanías fundadas en la capilla del castillo por Gilabert de Centelles y Montcada.
Por el acta de inspección realizada el 28 de marzo del año 1667, con el fin de dejar constancia de las preeminencias y derechos de los marqueses de Nules en la iglesia de la población, sabemos que la iglesia de inicios del siglo XV era de una nave, de cuatro tramos y capilla mayor, con bóveda de crucería y cubierta de terraza; a cada uno de los lados de la nave, entre los contrafuertes, se ubicaban cuatro capillas. En la cabecera de la nave se hallaba la capilla mayor, cubierta con bóveda de cinco claves con terceletes; en el lateral de ésta, correspondiente al lado del Evangelio, se hallaban la ventana de la tribuna del Marqués y la puerta que daba acceso a la capilla de la Purísima Concepción; en el lateral del lado de la Epístola se ubicaban la puerta que comunicaba con el sagrario y la puerta por la cual se accedía a la capilla de San Antonio Abad y a la sacristía.
A los pies del altar Mayor se hallaba la cripta, con cubierta de bóveda de piedra, que acogía las sepulturas de los antecesores los marqueses de Nules y Quirra y sus antecesores.
A finales del siglo XVI se detectan toda una serie de problemáticas en las cubiertas de la iglesia, sobre todo a partir del incendio acaecido el Viernes Santo del año 1584, “s.abrusca lo munument, tot lo orgue, altar Major y molta part de la esglesia”.
Con el paso de los años las problemáticas se acentuaron; en 1639 la sacristía estaba apuntalada con peligro de derrumbe y existían multitud de goteras en el templo.
En febrero del año 1666 se eligió la Junta que debía administrar las obras de renovación de la iglesia.
En julio del mencionado año se derrumbó la bóveda de la capilla del Rosario y fue necesario apuntalar la zona de la puerta “dels homens”. Ante la situación, la Junta determinó llamar al jesuita José Zaragozá para decidir el plan de obras de renovación del templo.
El 26 de agosto el padre Zaragozá, acompañado por los maestros de obras Juan Claramunt, Juan Yváñez y Diego Martínez de Urrana, se traslado a Nules para inspeccionar el templo y planificar las obras.
Suponemos que las trazas de las obras de reforma y ampliación del templo se debieron al padre José Zaragoza, ya que se decidió reformar y ampliar el antiguo templo gótico de acuerdo con el modelo jesuítico. El plan era revestir los elementos góticos por otros a la romana, al tiempo que añadir un crucero con cúpula, nuevo presbiterio y campanario.
El 25 de Julio del año siguiente se colocó la primera piedra de la ampliación.
El encargado de ejecutar las obras de reforma y ampliación fue Juan Yváñez desde su inicio hasta mayo del año 1668, en que el maestro, con la mayor parte de sus operarios, se trasladó a Cantavieja. En Nules quedó Martín Pujante, que fue el encargado de proseguir las obras, en nombre de Ibáñez.
Sabemos que en marzo de 1669 Juan Yváñez ya había fallecido sin que hubiera regresado a Nules.
A finales del citado año, Francisco Verde inspeccionó las obras, con el fin de comprobar que éstas se ajustaban con lo capitulado, asimismo Diego Martínez Ponce de Urrana y Juan Claramunt visuraron la obra para cuantificar el valor de las obras ejecutadas por Juan Ibáñez.
A partir de ese momento, aunque también continuó trabajando Martín Pujante, el encargado de dirigir las obras fue Juan Claramunt, que terminaba de adaptar la iglesia de la cartuja de Vall de Crist.
Las obras de reforma estuvieron suficientemente avanzadas como para que el 24 de Agosto del año 1670 se pudiera trasladar el Santísimo.
Durante los cuatro años trascurridos, probablemente, se sustituyó la cubierta de terrado de la iglesia gótica por una cubierta a dos aguas; la bóveda de crucería se revistió convirtiéndola en una bóveda de cañón con lunetos, y las bóvedas de las ocho capillas ubicadas entre los contrafuertes fueron transformadas en bóvedas vaidas, asimismo las ventanas de arco apuntado se redujeron de tamaño y se adaptaron a la forma rectangular. En el antiguo presbiterio se ubicó la puerta principal de entrada al templo, mientras que a los pies de la iglesia se levantó un altar provisional de palillo, realizado por José Caudi, cambiando de esa manera la orientación del templo; también se revistieron las pilastras y los arcos fajones colocando nuevas basas a la romana y debió de avanzarse en la construcción del nuevo crucero, presbiterio y campanario que, en su momento, se unieron a la antigua iglesia por un nuevo tramo en el cual se ubicaron las dos puertas laterales de acceso.
Las obras de ampliación y decoración de la iglesia se prolongaron hasta, como mínimo, hasta 1695 en que se concluyó el campanario; el nuevo retablo mayor quedó concluido en 1730.
Podemos considerar a Juan Ibáñez como autor de las obras de adaptación del antiguo templo gótico, mientras que la ampliación de la iglesia, mediante nuevos crucero cupulado, presbiterio y campanario, debió de realizarse bajo la dirección de Juan Claramunt.
El resultado final de estas actuaciones fue un espacioso templo de planta de cruz latina, con nave central de cinco tramos, con bóveda de cañón con lunetos, crucero con cúpula y capilla mayor cubierta con bóveda de cañón decorada con un artesonado casetonado. La cúpula sobre anillo, decorado con abultados estucos de motivos fitomorfos con base de placas recortadas, y pechinas en que se representaba en alto relieve a los cuatro evangelistas y sus respectivas figuras alegóricas del tetramorfos, era coronada por una esbelta linterna de grandes dimensiones. Las pilastras con esgrafiados lineales en sus dos tercios inferiores, mientras que el tercio superior lo ocupaban placas recortadas a modo de ménsulas, con decoración de hojarasca, lazos y cabezas de serafines, sobre las que descansaban prominentes capiteles compuestos; el entablamento estaba decorado con voluminosas hojas harpadas.
El campanario de cantería, ordenado en cada uno de sus tres cuerpos, descansaba en un basamento a modo de banco corrido; el cuerpo de campanas con pilastras pareadas y rematado por una balaustrada con bolas y pirámides de signo vignolesco.
El 7 de julio del año 1938 el campanario fue dinamitado y con el quedó derruida la practica totalidad de la iglesia.
Tras la guerra Civil, Regiones Devastadas construyó una nueva iglesia de estilo historicista que recuerda los estilos renacentista y neoclásico.
Vicent Felip Sempere, Cronista Oficial de la Villa
Testimonios documentales.
A.C.T.: Visitas pastorales, años: 1316, 1569, 1594, 1598, 1625, 1685, 1693.
A.D.V.: Duquesa de Almodóvar, e. 1.1, caja 4; e. 1.4, caja 4.
A.H.Nu.: Llibre de la administració de la obra de la esglesia de la vila de Nules, 1666-1692.
A.P.N.: Racionals s. XVI.
A.R.V.: Manaments i empares, año 1667, m.: 9, ff.: 34rº-37vº.
Bibliografía: Felip, 1981, pp. 314-315; Torres, 1994, pp. 77-79, 89-92; Felip, 1998, p. 89; Felip, 2000, vol. I, pp. 309, 312-315; Gil, 2004, 183-184, 301-304.