“Jesús les preguntó: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Jesús le dijo: «Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos. Yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del abismo no la hará perecer. Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo»”. (Mt. 16,15-19).

Parroquia Nules Diocesis Castellón

La Parroquia se encuentra en el municipio de Nules, provincia de Castellón (España), bajo el pastoreo del Párroco y Vicarios; en comunión y bajo el pastoreo de nuestro Pastor, Padre y Obispo, sucesor de los Apóstoles, que guía esta Diócesis de Segorbe-Castellón.

El Obispo como sucesor de los Apóstoles nos une en comunión al Papa, al Santo Padre, a Pedro, a quien Jesús el Señor, el Mesías, único Salvador, dejó las riendas de la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo.

Así como Jesús durante su vida terrena no hizo nada sin su Cuerpo Físico, así ahora durante su vida gloriosa no hace nada sin su Cuerpo Místico, que es la Iglesia.

Es la única Parroquia de este municipio, salvando la existencia de la Parroquia San Agustín en Mascarell. La Parroquia de San Bartolome y San Jaime es una parroquia rica, sí, muy rica. Nuestra riqueza, gracias a Dios, no es la económica.

Nuestra mejor y mayor riqueza son las personas tanto en calidad, como en cantidad a juzgar por su numero y por las horas que invierten en bien de la Parroquia, cada uno según sus propios talentos, unos más vistosos, otros más escondidos, los hay más valorados socialmente y los hay menos valorados socialmente, pero a cual mejor, todos necesarios: señoras de la limpieza, ministros extraordinarios de la comunión, personal en el despacho parroquial, catequistas, sacristanas y un largo etcétera.

Nuestra riqueza es el amor a la persona del Sacerdote, llámese como se llame, Alter Christus, manos consagradas, corazón indiviso.

Nuestra riqueza es la fe que nos han legado, plasmada en la elevada torre-campanario céntrica en el pueblo, y fija enfrente de las carreteras que llevan al pueblo. Plasmada la fe de nuestros antepasados, también en el número elevado de iglesias, capillas, ermitas que siembran lo ancho y largo de la población. Nos recuerda cuan necesario es buscar y reencontrar nuestras raíces que nos han llevado a ser lo que somos.

Nuestra riqueza es la presencia singular y numerosa de Jesucristo, corporalmente presente en cada Sagrario, donde vive y actúa. También los sagrarios siembran lo ancho y largo del pueblo. Y por si esto fuera poco, agradecidos hemos recibido del Señor el gran don que nos ha concedido de la Adoración Eucaristica Perpetúa; ¡es el Señor! día y noche, y todos los días del año, adorado por sus casi cuatrocientos adoradores que ofrecen una hora semanal mañanera, vespertina o nocturna. ¡Bendito sea Dios! ¡Adorado sea Dios!. Una palabra: gracias, gracias, gracias.

Nuestra riqueza son las fiestas singulares en honor a Jesucristo-Eucaristía: Corpus Christi, les Barraquetes, el Nostre Senyor y mensualmente la Minerva y la Adoración Nocturna en sus vigilias nocturnas.

Nuestra riqueza es la diversidad de barrios, calles y grupos con sus devociones y amistades con los distintos santos que los hacen vibrar al unísono, y siempre unidos en comunión con la única Parroquia, en la Comunidad Parroquial. No podemos vivir a modo de grupos independientes, sino en comunión a modo de una banda de musica. Como cada instrumento de la banda de música cada iglesia, capilla o ermita con sus devotos, vivimos unidos a los demás instrumentos, porque sólos no somos nada, pero en comunión formamos la Parroquia. No lo podemos olvidar: no somos varias parroquias, somos una sóla Parroquia, con un director que debe llevar "la batuta" de modo que en comunión ofrezcamos esa buena música que a cada uno nos ayudará para ir al Cielo, que es con mucho lo mejor. Es lo que queremos, ir al Cielo.

Nuestra riqueza son las distintas sensibilidades espirituales, prueba de la vida espiritual de sus gentes. El Espíritu Santo ha suscitado a lo largo de la historia los distintos carismas y asociaciones de fieles, con un único objetivo buscar a Jesucristo e imitarle. Muchos de ellos presentes en nuestra Parroquia, formando un solo cuerpo con Ella, en Comunidad Parroquial.

Gracias, gracias, gracias sean dadas a Dios, por tantos bienes que nos has dispensado.

Mare de Deu de la Soletat, sed protectora de vuestra villa de Nules que os venera.

Parroquia Nules Diocesis Castellón
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